viernes, 10 de diciembre de 2010

incompleto

Yo no sabia que morirme me dolería tanto, una mezcla de dolor físico con dolor espiritual, como reflejándose uno en otro, hasta que se despegan y quedamos separados de nuestro cuerpo, como la cavidad que queda cuando se arranca un diente. Nos sentimos una cavidad, el revés de un recipiente, queremos contener nuestra memoria, emociones, queremos retener algo de color que nos identifique, pero se nos hez arrebatado todo, quedamos desnudos hasta de cuerpo.

Y vagamos en la teoría, en la memoria ram del universo. Lo que es una paradoja pues los muertos no tenemos memoria así que talvez todo esto sea una historia universal que repetimos todos, y quizá yo soy todos los muertos, por eso se esta tan solo, no veo a nadie mas, pero no me siento solo, supongo que la necesidad de compañía es algo inherente únicamente a las personas vivas.

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