25 años de soledad

No sabemos a que obedece tu presencia, en la historia de esta pequeña vida.

No sabemos si ese día el sol se levanto especialmente luminoso o eras tu irrumpiendo en el patio de la escuela lo que abrillanto todo, hasta atravesarme los huesos y partir en dos mi vida.

No se, no sabemos ni yo ni mis miserias, tantas que son desde que no estas. Miramos retraídos las fotografías viejas donde nunca apareces, y creemos que no existes, nos convencemos, mentimos acerca de la locura y calor de los veranos y rompemos las canciones en el aire. No existes.

No sabemos de que manera hablar de ti, si eres persona o deidad, si acaso eres un disco reproduciéndose en mi mente, segregando endorfina y sin ti me duele tanto, estar vivo, y no estas en ningún lugar a donde pueda llevar mi cuerpo material.
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Si estuvieras viva, hoy cumplirías 25 años y serias mi esposa, serias parte de una vida que salvaste, serias la historia de la humanidad resumida a pequeñas luces y dolores, guerras y gloria, serias la praxis absoluta de todas las doctrinas.

Amor

De eso hablamos cada vez menos. Acercamientos teóricos: que son química impura, saciedad etérea, apetencia de vida, inlove, incold, Resfrío cósmico, inblack,

No sabemos como conjugar lo conceptual del amor con tu materialidad, espíritu, tiempo, y yo, todo hecho de papeles viejos.

Descomponemos la idea y quedamos en cifras, 20s, 15 s, 14s, mayos, septiembres y diciembres, en fragmentos de risa, gotas de lluvia, mezclados, exprimimos todo, filtramos y nos queda música y silencios, ansiedad, umbrales, calles, desaturamos, y tengo la noche, siempre la noche. Borramos todo aquello y queda el espacio, extenso, la llanura lunar desierta, bella y fría, colmada de cráteres, vacía de todo.

Llévame a la luna
A conocer como es la primavera en marte y Júpiter.
( Fly me to the moon.)

Mi 1969, sin flores ni sucios hippies, con música suave y buena, con escritos en los cuadernos, nos acercamos en las tardes de junio, en las lluvias, saltamos los charcos que creemos ríos y del otro lado esta la juventud que nos espera.

Pensamos en los límites del cuerpo y la continuidad de nuestra alma, que aun creemos limpia, con brazos débiles pero decididos para sostener las montañas, revolver los mares, sujetarte a ti en todas las formas posibles.

Salvarte aunque no quieras ser salvada, morirnos a propia voluntad, porque creemos en la persistencia del propósito, en la fertilidad de tu vientre.


Nos acercaos bordeando tímidamente los limites del concepto fabuloso en su centro, quemante. Nos acercamos en las mañanas, en las noches, flotamos hacia él, recostados en las camas, sin movernos caemos, como en un agujero negro detenidos en el tiempo envejecemos y no parpadeamos, un segundo es infinito chicles eternos estirándose y pasando a toda velocidad, autos, recreos, libros, paseos.

Nos acercamos tambaleando, con una antorcha en la mano, en las cavernas del amor,
Buscándonos, buscando razones, colores que describan el viaje que estamos dando.

Sonreímos por las prisas de verte y no hallarte y regocijarme en tu ausencia. Permanecer quieto en tu recuerdo, calzarme tu sonrisa y andar por el mundo, ser la continuidad de tu bondad, ser consecuente con tus manos y herir jamás con ellas.

El amor yace sobre el lienzo de lo eterno, algo que no sucumbe a la nostalgia porque siempre es presente.

Así vivíamos contentos en la ignorancia de la muerte.

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Y pasan los años, tantos. Y tu cuerpo toma las formas de la madre tierra, abismos y fuentes, en tus ojos yo vi ese día, un lago tan claro que parecía negro.

Vi tus ojos cerrados y las manos dibujando notas en el aire, Vi en ti, el dolor y sabía que te irías, el tiempo nos lleva puntos distantes miles de años. No es sabio esperar que los ángeles vivan con nosotros, solo nos dan el mensaje y se van, siempre se van. No está bien esperarlos, mirar las estrellas, intentar volar, saltar a los abismos, practicar morir.


Son 25 años de tu vida, extraña como la tierra, extensa, oscura; y yo quería adentrarme a ella y me perdí por años y no se ya andar en tierra firme, eres mis fiebres, eres mi sueño. Solo pienso en como volver a ti.


Un año y dos, el tiempo se lleva nuestras ropas.
Tres y cuatro somos huesos en la hierba
Cinco y 6 somos hierba y pequeños bichos
7 y 8 somos tierra
9 y 10 somos marcas en la orilla

Y busco en mi mente la forma de tus cabellos, y encuentro mares, tempestades, ríos pródigos, desbordes en tus mejillas, solo eso encuentro. Y tiento las esquinas de mi alma que esta desierta desde que se fue tu esencia, ahí estamos esperando en todas las esquinas de todas las calles, al autobús que nos lleve a ti. Y miramos todos los cristales de todas las ventanas entre la multitud alguien que se parezca a ti y creamos tú y bajamos y corremos tras de tu sombra que brilla y saltamos apretados entre las masas de la muerte que nos asfixia y cogemos tus ropas y no eres tú ni es tu ausencia ni es nada solo somos nosotros en medio de la calle.

Pensamos en la vida que continua, en los 25 años que portas, las cosas que harás, las calles que pisaras y que nunca veré, pienso en tus brazos, en los vértices de las cortas vidas que tenemos, dobleces donde estuvimos en contacto para luego nunca más unirnos y pienso que pertenecemos al mismo espacio.

Pero nunca confluiremos porque el universo se estira y nos distanciamos mas, existes a través del éter.

Todo coincide en un punto del universo, el caos cobra sentido, aunque no lo vea, siento que existe aún. Y todo va bien

Desde miles de años persigo tu esencia, en distintas geografías, encuentro tus ojos, algo de ti en alguna mujer, poco de ti en el cielo, tanto de ti en lo mejor de mí.

En las palabras que digo y las cosas que veo, estas inscrita en lo bello, así no puedes ser mortal, vives a través de la bruma de las cosas inciertas y existes en función de mis dedos que se niegan a perderte. Resumida en miles libros que jamás escribiré, eres (solamente) literatura.