VOLVER
El mismo patio las mismas aulas, algo falta, falto yo; yo que dibuje todo este lugar y graffitee cada esquina con tu nombre, que decía de ti en los agujeros de los muros silenciosos, yo que calculaba mi vida en micras, en segundos, en pulgadas de tu piel descubierta y que practicaba el arte de volar entre la gente, por la pura propulsión de tus serenas pupilas.
Los ladrillos se sacan de los muros y los techos vuelan, a martillazos, todas las ventanas a través de las cuales te observaba, días de sol, siempre en movimiento, falta la vida; la inundación, ahora es desierto, todo se marchita, se plastifica, se hace anónimo, se llena de polvo, se limpia la pintura, el color, los nombres garabateados, así con todos los lugares ahora sin alma, otro los habitan, pero nadie los amo tanto como yo.
*Todo lo que se pudre se convierte en familia,
Fuimos todos lo árboles del infierno
Fuimos todas las películas de amor mundiales
Estos pies se resisten a retroceder,
yo no estoy, esta otro, que usa mi nombre, no soy yo, todos me empujan a otro lugar pero no quiero ir, quiero quedarme contigo pero ya no estas, y quedo a merced del viento. En la pampa, húmeda no de lluvia sino de sal, camino por el lugar donde caminaste portando la sonrisa que exhibías una sola vez al día.
Estoy echado en los rieles y el tren de nostalgia aun no ha venido por mi
Veo los edificios que contenían tu cuerpo, tus andares y participo en su destrucción, como ese viejo cine de Cinema Paradiso, los fantasmas, pero no, aquí hasta los fantasmas murieron como anémonas de mar puestas al sol; aqui solo florecen hierbajos.
Quiero una ausencia con nombre y apellido
Coloco tu retrato y agrego dos onzas de música y nada pasa, no hay química que valga para traerte de regreso.
Que nadie sepa que mentimos cuando prometimos la paz mundial,
Que no me encuentren las promesas viejas
Y las palabras no dichas
Que retornen
a morir en paz,
que no se atasquen mas en la garganta quitándome el aire.
Que los universos paralelos sean benévolos con la historia que no culminamos de contar
que alguien diga de esto y sobreviva mas allá de nuestra débil voluntad de existir.
El rostro de voz, se va, -como bien diría Benedetti-, y queda la soledad tan desolada…
Tan Desolada,
Tan Deshabitada
Destilada
desorbitada
delirante,
débil,
devastadora,
de literatura
de lucernario
de itinerario,
de perros,
una soledad de invernadero,
de invertebrado,
de pozo sin fondo,
una soledad manchada de palabras que me abrigan, golpean en la cara tan rapidas que no las veo,
palabras como tu nombre que se desdibuja y se hace otra cosa, se descompone y se acomoda,
en koalas, en esquimales, en riscos y mas.
y empiezo adorar los eucaliptos, el frío, a subir mas alto, empiezo olvidar a la vez que vivo.
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