Esta mañana el bicho amanecio con hambre,
hacia las 5 am, pude oir el eco de sus patitas dando vueltas,
se a donde ira y no puedo hacer nada para impedirlo
estoy quieto inmobilizado
mientras sus puyas arañan el techo.
ya esta ahi comiendome la cabeza, no puedo sacarmelo, lo sacudo y sigue pegado con su mirada de roedor, no puedo dormir.
afuera el sol es tibio, intermitente con la brisa helada de febrero,
frias como las patas del roedor, no se cuando se ira
me limito a caminar por las calles buscando algo con que gopearlo, algo que pueda hacerlo dormir nuevamente.
alguien que me haga olvidar que esta ahi,
pero es mi bicho, le he dado tanto de comer que no quiere irse.
duerme duerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario