miércoles, 3 de noviembre de 2010

Bailar

Una noche cualquiera, de la primera mitad de los 90`s, soy un niño apenas, estoy solo en una habitación oscura, mientras del piso de arriba descienden ondas freneticas música tekno, son mis hermanos mayores conociendo Modern talkings, C. Catch, y otros, los viejos cassetes dan vueltas y vueltas la cinta, yo me detengo en saborear esas melodías nocturnas, tan distintas a las clásicas baladas que oyen por la radio todas las mañanas. De pronto mis pies se mueven y las manchas de luz del depósito vacío donde estoy giran y giran, mis brazos se tuercen queriendo tocarse de formas imposibles es la enfermedad, me infecto de música, la habitación es una extensión de mi cuerpo y trepo a las paredes, es un recuerdo o una alucinación? Una voluntad reprimida de agitarme fuera de mí. Conociendo el espacio a través de la velocidad de mis miembros, tocando la música con los nervios; todas las veces que se encerraban a escuchar tekno, yo bajaba al depósito esperando que la música se derrame hasta allí abajo para jugar con ella.

Muchos años después, muchos en realidad, mi cuerpo no es flexible ni elástico ni puede agitarse con fluidez, pero conoce de percusión y libertad.

En esta vida, no somos rítmicos, ni podemos seguir el paso de la masa, por eso no me gusta practicar el baile, porque mi escritura es inconexa, telúrica, imperfecta.

Pero si lo hiciera, seria solo, sin depender del ritmo de los demás, sin intentar acomodarme en una ola colectiva, lo haría en medio de la pista recordando a la rubisima protagonista de la novela “viva la música” intentando despegar el alma de su pesada envoltura, acribillarme de música para mantener este cuerpo extinto aun en movimiento.
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El primer contacto con la cumbia y el intercambio de pies, fue durante un rutinario encuentro con los amigos de promoción del College, ahí estaba yo, el antes tranquilo y pensativo compañero que todos conocían pero que jamás invitaban a sus fiestas, ahí estaba embriagándome por pura joda, imitándolos en su modus vivendi, diversión?, quiero mas diversión, vamos a divertirnos. Entre nosotros estaba Deedee la chica mas rubia del lugar, (la única rubia natural) cuando estudiábamos juntos apenas si la miraba, ahora parecía una modelo de comercial de celulares, la veía ahí sentada meneando los hombros y las manos, luego mire al corro de compañeros que apretujados intercambiaban la botella de bebida, ninguno de estos idiotas piensa sacarla a bailar? -Pense- pues era obvio que eso quería deedee: batir su delgado cuerpo, mire nuevamente a mis compañeros y vi en sus caras el temor, esperaban que alguien hiciera algún moviendo, gregarios como eran, luego me vi, algo mareado y sin ningún interés en bailar o cosa similar. Pero ya que la bebida puede exculparnos de todo, dejé el vaso sobre la mesa y me levante, camine hasta deedee, la mire y sin decir nada le tome la mano, que tenia muy caliente, caminamos unos pasos hasta la pista donde no había nadie mas y libere mis impulsos de hacer el ridículo ensaye unos veloces movimientos, como lo habia visto en televisión (no intente esto en casa), ella era toda risas, yo puro nervio, ella me siguió la corriente y comenzó a moverse conmigo, vueltitas y paso pa´ lante y paso pa´ tras, concentrado como quien conduce bicicleta de noche y en un terreno pedregoso, terreno ario sin demasiadas curvas, bailamos; aquella noche le dije todo lo que deseaba decirle durante los años de escuela y que no me atreví.

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Si pudiera conectarme con la música, verla, como la vi la primera vez que domé el dragón, guiándome como lazos de neón, andaría en ella, me enredaría en ella y en el desafío de zafarme formaría asteriscos en el aire.

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(aquella fiesta universitaria) En medio de la pista éramos una tribu india llamando a los dioses, éramos un ballet clásico puesto en drogas, esa noche desaté la cabeza, brazos, pies, todo en un improvisado ataque de epilepsia, mi mejor amigo se descosió los huesos y era todo de madera e hilos, yo le seguía lo mejor que podía, ignoramos la música de la fiesta, ella venia de nosotros, éramos la música, la escribíamos de memoria en cada gesto, desde Rock , Disco, Trans, lo que viniera en gana, era el baile de nuestra subversión, mientras tocaban una cumbia romántica y las parejitas del unodos, unodos, nos miraban con incredulidad y asco.

Corríamos de un extremo a otro, y saltábamos hurgando las lucecitas de colores del cielo raso, tomé mi guitarra aérea y toqué “sweet child mine” de Guns and Roses, éramos el grito de la época, diciendo: jodanse todos.

Fuimos zombies bailarines en la tarima, hasta que nos bajaron y sentaron en la tribuna de los que habían bebido demasiado, pero no era alcohol lo que tenia, sino simple alegría.


Pienso que bailar es sentirse, desde los oídos, cabeza, manos, pies, conocerse mas allá de las conciencia, convertir tu cuerpo en espacio, tu capsula lunar, el éxtasis de saberse un cuerpo material. Si, sentirse real.

Una vez que me golpearon la espalda cuando danzabamos al ritmo de Metallica, ahí pensé -ya no estoy para esto de la danza violenta-

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Tengo visiones de Takeshi Kitano bailando Tap, Jacko caminando sobre la luna,
de mi bailando como Vincent vega en Pulp ficción, haciendo el moviendo de Batman, si algún día torturo a alguien sin duda lo haré bailando, como el Sr, Yellow de Reservory dogs, como Alex de Largue bailando Singin in the rain, mientras somete al viejo escritor, oh si, bailar y sufrir, bailar todo el día, como la niña de los zapatos rojos de Andersen, bailar como el jodido Billy Elliot por las calles, al ritmo de London Calling,

Bailar como Selma sobre ese tren en movimiento, bailar de felicidad como Tom, en 500 days of Summer, luego de pasar la noche con ella.

Estar preso y bailar de celda a celda, en un número musical, una orquesta de centinelas, Richie ray resucitado y la Fannia all stars en pleno.

Bailar como poseso, como Joe Coker en Wookstok, como lo hacia Janis Joplin, con su endiablada melena.

Tengo visiones de nosotros bailando en la estación de trenes de Munbay, como el final de Slumdog millionaire.

Bailar al ritmo de Kalashnikov de Kusturica con mis mejores amigos; amar y bailar, bailar y separarme de la tristeza, “danzar” como en Shara, liberarme en un éxtasis de miles de gotas de lluvia.

Embriagarme de la música, navegar sobre el piso, flotar, romperme en colores y ser un caleidoscopio de conmociones.

2 comentarios:

nabis-k dijo...

Me gustó el segundo fragmento... pero a de corregir, no será "coro de compañeros y no corro de compañeros"

ji ji ji

_sTaIN_ dijo...

"corro" si existe http://www.significado-de.com/corro_36106.html

deberías leer más
jaja (como Nelson)