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domingo, 5 de mayo de 2013

Waltz # 1








Sacudió el polvo que antes era su carne y se puso a caminar por el cementerio que era la tierra, sus viejos inquilinos seguían durmiendo o quizá ya se habían fundido en ella, trascurrió el día olisqueando la tierra del parque, palpando la rugosidad del ladrillo, como piel de elefante como patas de ave, la tierra retozaba en silencio espiritual.

Se movieron sus cabellos y siguió la ventisca con la mirada hasta que se perdió en la geometría de una ciudad, caminaba sin prisa como suspendido y la tierra en su movimiento le diera alcance, así llegó a las antiguas murallasy torres , avenidas,  valles, formas pétreas rastro de hombres,  y otra vez el silencio, más bien el silencioso caminar del agua, que agrietaba la piedra dando paso a surcos negros.

Camino varios días tocando cada superficie vieja, intentando distinguir el concreto  de la arena,  cristales rotos y hierro frio, oxido que mancha y huele mal, agua que fluye por las escalinatas de una antigua plaza, bruma pudorosa.

Tiempo que pasa y él se funde en la noche negra y nadie puede verlo, del fondo de la luna vienen melodías,  o son recuerdos?  

Aquí vivieron criaturas, en estas ciudades que ahora están desiertas y nadie las cuida, ni se estremece por su pena,  nadie la extraña, ni las contempla.

 Que fue de sus habitantes?  De sus palabras y miradas, a donde fueron a dar sus días?
Fueron rotos y cada respiración detenida y  cada alma diluida en inmensidad de la nada, temores esperanzas, risas, momentos de lucidez, campos de sueños,  gotas que resuenan en la caverna, agua que limpia todo.

Seres que  se transforman en geografía y sus pensamientos alimentan las nubes  para caer sobre otros seres, millones de años después. 

Era tan hermoso y triste, de una manera que no podía distinguir una cosa de la otra,  estaba solo y todo se marchaba en un flujo inverso  increíblemente benévolo, todas las palabras perdían su significado, el amor, el miedo, dejaban de expresar apenas nada, los colores se perdían en la luz y su endeble ser  también moría.

No sabia si era bestia o persona, pues  la esencia de las cosas se desdibujaba, volvía a su punto de origen,  pero eso no importaba,  su ambición había desaparecido, ese correr por el campo o morder, o juntarse a otro cuerpo similar al suyo,  solo estaban el cielo, indemne  a su  vida que se marchaba, volvió a su tumba y se recostó, había despertado demasiado pronto, quizá en unos miles de años más.

Lo último que vio fueron las estrellas, siempre  lejanas, pero ahora podía  verlas a través de su mano y creer asirlas, dormir con ellas como en su primera muerte.




viernes, 10 de diciembre de 2010

incompleto

Yo no sabia que morirme me dolería tanto, una mezcla de dolor físico con dolor espiritual, como reflejándose uno en otro, hasta que se despegan y quedamos separados de nuestro cuerpo, como la cavidad que queda cuando se arranca un diente. Nos sentimos una cavidad, el revés de un recipiente, queremos contener nuestra memoria, emociones, queremos retener algo de color que nos identifique, pero se nos hez arrebatado todo, quedamos desnudos hasta de cuerpo.

Y vagamos en la teoría, en la memoria ram del universo. Lo que es una paradoja pues los muertos no tenemos memoria así que talvez todo esto sea una historia universal que repetimos todos, y quizá yo soy todos los muertos, por eso se esta tan solo, no veo a nadie mas, pero no me siento solo, supongo que la necesidad de compañía es algo inherente únicamente a las personas vivas.

domingo, 10 de octubre de 2010

Pequeñas historias de ternura II

Una mañana tranquila, un almuerzo nutritivo, todas las tareas realizadas, la música nueva que suena en mis oídos frenética y festiva a la vez, el calor sofocante del afuera, la tibieza complaciente del interior, como hojas mojadas a punto de deshacerse avanzando 100 metros 200 por la rutas curvilíneas..la serenidad de los pasajeros.

Si me alejo de la ciudad y de su recuerdo. Miro el respaldo del asiento delantero y veo su nombre garabateado malamente debajo de otro que comienza a borrarse, vaya, casualidades, su nombre.

Pero, el almuerzo las tareas, la música el camino curvilíneo han formando en mi una confortable malla protectora para soportar el peso de ese nombre y su significado, puntiagudo y resbaloso,

La velocidad y la distancia hacen que ese nombre no sea un golpe, ni una cruel caricia, solo un nombre inscrito a lapicero en un lugar cualquiera.

No hay problema, niveles de angustia controlados, me preparo para un sueño complaciente 3, 2. 1 y Ud. destara dormido, Olvidara todos sus problemas, nombre cual nombre? Solo veo letras aparejadas sin ningún significado ciudad cual ciudad? Solo es una ciudad mas como cualquier otra, nada me remite a sus ojos.

No recuerdo nada, me lleva el paisaje a un nuevo estado de memoria sin ella.
El lienzo que tenia garabateado de pequeñas letras apretadas en los bordes, figuritas paliformes de personas sensibles se borran, se pasan por agua de mar, veo océanos en las nubes, espuma de sal, oh si, podré vivir.

Relax de mediodía sopor casi placentero. Cuando de pronto el silencio se agolpa en mis oídos, las baterías de mi reproductor están agotadas, demonios, no mas música nueva y frenética estoy atrapado en medio de personas extrañas, dejándola, lejos, y no sabe que me voy, no le importa que me vaya, y no puedo olvidar que no estoy.

Solo el mediodía y su nombre frente a mi, golpeándome, ella no esta en ningún lugar a donde pueda ir.

lunes, 4 de octubre de 2010

Pequeñas historias de ternura (actualizable)

Soñé que tenía una familia, una linda chica a mi lado, toda la familia que necesito.
Andábamos por ahí en medio de la carretera yo le decía: mira esas montañas, me gustaría subir, ella solo reía y seguía andando sin dirección saliéndonos del camino.

Andamos por la hierba del campo, destrozábamos los sombríos con nuestras pisadas, era de tarde, como a las 4; al despertar, me sentí tan solo que pretendí dormir de nuevo, pensado en la chica, que no había visto nunca hasta ese sueño.

Pensaba en sus pantalones, re-dibujándola, sus hombros pequeños, el pelo corto, esas cosas recordaba bien pero no el rostro su rostro, solo vislumbrara siluetas, solo siluetas, su nariz o los hoyuelos que se le formaban cuando sonreía, también recordé detalles que no estaban en mi primer sueño, como el terreno en el que andábamos, era medio pantanoso y no me importaba mancharme las botas del pantalón, me sentía muy bien durante ese sueño, pero concluyo, otra vez.

Bueno -dije- quizá sea un sueño premonitorio, quizá si salgo a la calle en este instante me encuentre con la chica, así que salí, no sin antes mirarme algo en el espejo, era de tarde como en mi sueño, si me la encuentro ahora y de alguna forma logro hablarle, será un día extraordinario, -pensé- a esta hora, si la veo, le diré, hace unos minutos estaba soñando contigo, si justamente contigo, ella me mirara extrañada y pensara si estoy loco o algo así, luego le diré algo que la haga reír y le preguntare su nombre.
anduve calle abajo, siempre que salía a caminar me dirigía por inercia al centro, pero esta vez me negué a la inercia y fui en dirección opuesta, a medida que avanzaba las calles e hacían mas desiertas apenas vi algunos niños jugando en la acera, algunas personas mirando por sus ventanas, era un paisaje algo melancólico, pero yo continuaba motivado por el sueño así que seguí andando, mirando detenidamente alguna persona que fuera o viniera quizá allí estaba la chica del sueño, debí caminar mucho en estado de somnolencia, cuando anocheció, había recobrado nuevamente la lucidez, era oscuro así estuviera la chica por aquí, no podría reconocerla, decidí volver.

Al llegar a mi cuarto reconocí mi cama con gran alegría pues allí conocí a esa mujer tan fascinante. Me tendí en ella tratando de dormir evocándola.

Pero no logre soñar nada, a la mañana siguiente, me levante algo esperanzado también, Salí todo el día a caminar, buscando, a pesar de no recordar con precisión sus facciones, sabia que la reconocería en el acto, por eso era tan fácil desechar a todas las chicas que veía, ninguna era como ella.

Por la tarde tome una siesta y soñé nuevamente con ella, pero se veía diferente, yo también estaba diferente, como si fuéramos otras personas pero yo sabia que éramos nosotros. En el sueño ella estaba en una fiesta plaza en medio de una fiesta tradicional, había mucha gente y yo trataba de seguirla, era un gran tumulto de gente, música, caos, y yo apenas la veía, y la seguía ella me guiaba hacia algún lugar, eso creía, quería que saliéramos de todo eso.

En los jardines la plaza había muchas rosas y yo tome una grande, y se la di, ella que en sueño era una ex compañera mía, acepto la rosa, pero luego me la devolvió, y yo la tire por ahí. Aun así seguía amándola.

Desperté del sueño y me sentí molesto con ella por desechar la rosa, que tanto significaba para mí. (en el sueño)

Pero no podía molestarme con ella porque la amaba, estaba seguro de eso, al menos en mi sueño, de una forma que no podría reproducir en el mundo real.

Tan seguro como que era otra persona, o que se puede volar, en mis sueños la amaba, y no me importaba que huyera de mi o tirara las rosas que le daba, me gustaba compartir ese sueño con ella, era mi pasajera favorita.

Había olvidado ya la costumbre de andar por ahí, buscándola, mientras pudiera verla, en los sueños estaba bien. Fueron apenas unas semanas, en que los sueños fueron perfectos.

Luego un día cualquiera, se perdió, desapareció, no logre soñar mas con ella. No lograba evocarla. Aunque durmiera días enteros. No volvía. No recordaba mi vida antes de soñarla, aparentemente yo era una persona sana, con sueños normales, ahora solo quería dormir y dormir. Me sentía con una gran carencia, como si hubiera muerto alguien..

Pero no había perdido nada, porque en realidad nunca tuve nada, solo mi subconsciente había fabricado, una musa, ideal. Como una gran broma, después de un tiempo sufrí de insomnio, ya no podía dormir,

Años después todo volvió a la normalidad, deje de soñar con chicas y conocí algunas de carne y hueso, aunque a alguna, jamas ame a nadie como a aquella musa de los sueños, será porque mi sueño es todo mío, y es imposible compartirlo con alguien real, aunque durmamos juntos, en el sueño somos uno.