martes, 6 de julio de 2010

"Levitar"

Estaba suspendido en la pared de mi habitación, en un estado en que no sabia si mis ojos estaban abiertos o cerrados, en total oscuridad… cuando los tambores de una música desenfrenada se dibujaban ante mí, como líneas de neón, parpadeantes, caleidoscópicas...
Avance hacia lo que creía mi cama también delineada en neón, y me eche en ella, cuando abrí los ojos, note que estaba en el piso y al cerrarlos otra vez, estaba entre las nubes sobrevolando la maqueta de unos campos suizos...
Andando en bicicleta, por una pendiente nocturna... las neuronas agonizantes de mi cerebro se iluminaban segundos antes de morir, incendiadas en serotonina, perfecta simetría de música y sensación, de vacuidad e irrisoria libertad.
Tan pesado como un cardumen de peces en las profundidades del mar, solitario esperanzo ser devorado por los tiburones de mis temores, me arremoline en la cama cubriéndome de todo lo que halle y la luz de mi mp3 me conducía una y otra vez sobre las mismas palabras. Hice play.
La música neoclásica me sugirió enormes columnas dóricas, jónicas, qué más da, nunca llegue a ver el capitel porque andaba yo sobre su ondulante superficie vertical, el cielo celestisimo como de un videojuego ochentero.
Luego los recuerdos distorsionados de una vida muy real, difuminados, de tal modo que ocultaban las grietas…. Recuerdos planos, pixelados ajenos, Un hombre sin recuerdos. La sensación de vacuidad me acompaño en lo que quedaba de la noche mientras mis pies planeaban sobre un rio a las 7 de la mañana con el sol radiante casi como un recuerdo feliz... caminando sobre el agua con música en los oídos. Dormía.

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