sábado, 18 de diciembre de 2010

Somos los buenos




Aquí estoy con mis amigos, esas personas que persisten en tenerme en su conversación, los que a pesar de mis intentos de permanecer solo, me arrastran a su grupo, pertenecer nunca fue una preocupación en mi vida. –les digo- pero igual me llaman.

A mi lado esta ese sujeto sensible que se autoproclamo mi amigo antes de que yo pensara en eso, ahí esta el sujeto de pelo largo, el mas leído de todos, ahí esta su compañera que, habla con elocuencia y hace gestos para redondear sus palabras, ellos son los héroes de la jornada, los recién graduados.

También esta el joven larguirucho, mí proveedor favorito, que andaba con media de botella de pisco siempre en la mochila.

Aquí en medio de los familiares que festejan al joven de pelo largo y a la chica habladora. Todo es por ellos, las copas van y vienen, nunca hubo motivos mayores para alegrarse, después de años de bregar en la tarea de estudiar, por fin salen de esa madriguera por medios propios, anunciando el acto subversivo de pensar. (de sentir de vivir)

Aun lado esta el viejo, el arquitecto canoso y de mirada maliciosa que tan bien instruyo a sus alumnos rebeldes, hinchado de orgullo, que pretende ocultar con modestia.

Es de tarde. Entre el vino la comida, hablamos de las cosa que se ven, la escuela, la arquitectura. La mierda, del mundo, ironizamos sobre la estupidez de la gente. Marchas humanas y vargas llosa.

El viejo ríe y postula, a punta de carajos, Que solo vale ser humano, que los títulos y rangos son pura basura y asentimos.

Somos los buenos, somos la resistencia. Afuera campea la mentira y la estupidez,

Nuestra educación esta cimentada en libros, no de texto, en películas, no de masas, en poemas tristes de gente triste, en personas locas, en pensamientos vagos, en caminar y caminar y viajar, y pensar ociosamente con la vista fijada en ningún punto.

Soy un inútil social, que no quiere nada, más que luchar por algo, por lo que sea que valga la pena. Sentir, siento, vivir, malvivo. Paso años educándome en la universidad, leyendo una hoja de texto, mientras hago dibujitos en todos lo bordes y del texto no entiendo nada, no quiero saber, el camino a una vida eficiente y feliz.

De algún modo me siento pertenecer a este grupo de personas que hablan de, libros, de poesía, de filosofía, en mis amigos ya graduados veo los rezagos de la resistencia intelectual, si tal cosa existe.

Ellos valen toda la embriagues de la tarde. Por ellos alzo la copa. Una y otra vez y repito el acto absurdo de beber y decir, salud!, porque lo valen, por que si.
Porque comento con mi amigo que vivir es doloroso e ingrato pero es lo que tenemos, porque el viejo dice: que terrible saberse mortal.

La tarde languidece y pienso en los jóvenes graduados, en la felicidad que les producen los libros, en la compañía perfecta que se hacen, en su brillantez, los veo sonreír, beber con entusiasmo e inexperiencia, a mi lado la madre del muchacho mira preocupada a su hijo exultante y locuaz por el alcohol.

Pienso en su futuro, que será de ellos, resistirán los embates de la realidad, estupida realidad, en sus delgados cuerpos? 10 años después su rostro seguirá resplandeciendo a la lectura de los poemas que aman?, espero realmente que si.

Y no logro pensar en mi futuro, que parece estancado e incapaz de retener nada, mi amigo al lado, habla tanto de sus días de universidad, las cosas que hizo, de las que no hizo por cobardía. Y sufre por su tremenda frustración; me miro a mi mismo, tengo tanto de eso, pero ni me atrevo a revelarlo.

Estamos del lado correcto, somos los buenos de la película, los que tienen la razón de su lado, lo que a pesar de todo vencen al final.

por todas partes nos rodea la normalidad, el progreso, la aplastante realidad, pero persistimos pocos tercamente..
.
Primero la verdad que el amor, la belleza, la alegría, antes que la fama y el dinero, la verdad, la verdad, saber que voy morir, aprender a vivir.

Afuera esta destruyéndose como no pueden verlo?

Por eso, entristece tanto caminar las calles, ver personas. Por eso andamos siempre solos, hombres-libro . Tenemos la llama dentro, somos parte de la religión del conocimiento.

Mi razón de ser el es conocimiento dice el viejo.

Recuerdo las sesiones de cine y poesía, el silencio previo a la lectura de algún poema, los rostros serios, queriendo captar la esencia del texto, nuestro equivalente a deidad, después las replicas, los comentarios, la razón imponiendo su luz sobre las cabezas, me sentía iluminado, la idea es mi placer.

Yo conozco tanto, que la felicidad es tan fácil de ser refutada, pero estamos en el lado correcto, hay más que eso. Miramos desde arriba la fiesta de absurdos que significa el comportamiento social, la política, el ascenso económico.

Lo miro tanto que la música me hace mover los pies, aquí arriba es tan aburrido a veces, no estoy plenamente en ningún lado.

A veces me veo yendo de un lado a otro intentado despertar a alguien que duerme, en la realidad, su placentera realidad, le digo sal, mira hay tanto que saber que conocer, vamos a caminar por el bosque, a conocer lo real pero luego duerme nuevamente, es cuando sobreviene la soledad, el sueño; pero tampoco logro dormir. Seria tan facil hacerlo, ser feliz, ignorar que todo es mentira. Soy un paranoico huyendo por las calles creyendo que todo se va a caer? talvez no sea cierto, talvez la mayoría tiene razón, por que angustiarse?

Afuera los demás desfilan, ascendiendo en la escalera social, en progreso, se ven felices, tienen familias felices, orgullo de madres.

Juegan al futbol de la vida, hace goles fabulosos, llevan bonitas camisas, tienen a todas las chicas.

Solo yo tengo que cuestionar el maldito juego, por que la pelota, porque el grass, porque el color de las camisetas.

No eres especial, no lo soy, no debes hacer nada, no tengo ganas de hacer nada, solo sigue la línea punteada, es fácil, mira como funciona, compra algo de ideología y se feliz.

De donde vino esta estupida idea de que tenias que hacer algo? Si además es tan doloroso saber que vas a morir, si todo lo que hagas no tendrá significado.

No estoy en ningún lado y en ningún lado puedo ser realmente feliz. Invento suplementos a esta carencia. Pero duran tan poco, traidor, porque no puedo ser como ellos, los jóvenes graduados que viven contentos en su verdad, por que la angustia de vivir en un continuo fracaso.

----------------------------------------------------------------------------------------------

Todos hablamos sobre el mundo y la sociedad, vamos a cambiar la realidad dice un arquitecto dispuesto a incursionar en la política y “mejorar las cosas”, el viejo atizado de alcohol., dice: apóyenlo él va a trabajar. A mi claro eso me importa un carajo, pero a él apóyenlo. Y todos reímos.

Yo también quiero hacer eso, pienso, cambiar. Eso quiero (quería),

Veo una chica rubia de cuello delgado a un extremo de la mesa y pienso en la muchacha que deje de ver hace tanto, donde estará, ojala me viera aquí en el bando de los buenos. Mírame, mi vida tiene propósito, aquí sabemos la verdad, aquí conocemos lo real, aquí no creemos en dios, pero si en el amor verdadero, no en sentimientos artificiales, aquí respiramos aire puro no mentiras, mírame aquí estarás a salvo de la falsedad del mundo. Mírame, no vez lo feliz que estoy?


Y quiero, hacer, tanto.

Me veo empujando un viejo autobús que nadie quiere, para nadie tiene sentido, mas que para mi, y pienso que genial seria que ella estuviera aquí.

Pero quizá tampoco significa mucho para ella y me detengo, realmente vale la pena empujar esta mierda?, estoy sucio y mis brazos son tan débiles.

A donde?
Porque?

Pienso que debo hacerlo
Que para eso estoy aquí
Que es lo único que se hacer
Que no importa nada más

Que la compañía humana,
es como una necesidad biológica para mi, como dormir o comer , no es que me guste demasiado, pero la necesito para vivir, la necesito, la necesito.

Debilidad, debilidad, debilidad.

La noche llega, la comida es un feliz recuerdo en nuestro paladar, ante el vino me inclino y bebo una última copa.

El viejo sigue hablando, nunca lo había visto tan locuaz y encantador; mis amigos graduados, se despiden, los demás se van por su cuenta, hasta la próxima vez que nos reunamos.

Y que sigue? Escribir, escribir para no morir, alimentarme de poetas, devorar celuloide, pensar, pensar, crear, gritar, correr, elegir la vida (el camino del corazón).

Abrazar los bosques, alborotar los claustros, tomar la responsabilidad de cambiar el pxto mundo.

Después se hace silencio y la duda entra por la puerta de mi habitación.

Aunque mis amigos puedan comprenderme.
Ahora ya no están

El tiempo pasa, siempre cruel.

Es tan difícil esto.
Tantas las distancias, de esta maldita ciudad
A donde vamos a parar.

No hay comentarios: