lunes, 8 de noviembre de 2010

Escribir poesia depresiva es tan placentero como masacrar a los niños que te jodian en la escuela.

Hay bruma en las calles, el aire pesa como si contuviera hierro, todo se ralentiza, las aceras se hacen pegajosas, magnéticas, verticales y siento que caigo en algún lugar, pero todo está quieto, sin vida, será que yo estoy muerto? debería ir a verte, decir algo bello, lo que sea que me haga sentir vivo.

Buscos imágenes, cual es el autobús que me lleva a ti? Las distancias se hacen tan largas, camino y me pierdo. sé que no estás en ningún lugar a donde pueda llevar mi cuerpo material.

Mi infierno privado: mediodía en una ciudad vacía, no saber donde estas, no poder llegar, no saber si eres o dejaste de ser, estar tan muerto y tener la menor idea de la vida.

Odio tener tanta sed y que tú seas solo un trozo de mar.

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